domingo, 19 de mayo de 2013

El invento más importante de la humanidad (2)

El hombre necesita a sus semejantes. Muchos animales son independientes nada más nacer, otros necesitan del cuidado de sus padres durante un tiempo, pero ningún animal nace tan indefenso ni permanece tanto tiempo dependiente de otros para su supervivencia, como el hombre.

Muchos animales viven en sociedad, pero ninguno presenta la variedad y complejidad de interrelaciones que podemos observar en los grupos humanos. En muchos animales su comportamiento está fijado principalmente por la genética, sus pautas de conducta son innatas, y por tanto inflexibles. Este es el caso de los insectos sociales; una colonia puede albergar a miles de individuos que se especializan en diferentes roles, pero para una misma especie siempre encontramos la misma estructura de colonia y las mismas pautas de comportamiento entre sus individuos. No este el caso del hombre: en distintos grupos humanos podemos observar diferentes formas de obtener y preparar el alimento, estructuras sociales y familiares, ritos de cortejo, sistemas de educación de los niños, etc. En definitiva: una gran variedad cultural.

El hombre necesita un instrumento que le facilite la comunicación y coordinación con sus semejantes. No puede confiar en sus genes, como hacen las abejas, ya que su estructura social es muy variada y puede cambiar rápidamente de una generación para otra. ¿Cual es este instrumento? Sin duda que ha de ser el lenguaje, pero no cualquier tipo de lenguaje (en la naturaleza muchos seres vivos se comunican), sino un lenguaje que permite la comunicación de ideas complejas y trasmitir conocimiento de forma que ya no sólo dependemos de nuestra experiencia personal, sino de forma muy importante de las experiencia y conocimientos que nos han transmitido nuestros semejantes.

El lenguaje se trata de un invento excepcional, que no es obra de ninguna persona en particular sino una creación colectiva y viva que evoluciona cada día gracias a todos nosotros. El lenguaje nos ha permitido comunicarnos con los demás, pero también con nosotros mismos: nuestras ideas no son más que algo etéreo y fantasmal hasta que no somos capaces de expresarlas.

Por tanto, cuidemos con cariño esta herramienta a la que tanto debemos. Cuidemos el lenguaje, y mejoremos cada día en su uso.


 El invento más importante de la humanidad (1)

viernes, 17 de mayo de 2013

El invento más importante de la humanidad (1)

Hace 700.000 años nuestros antepasados vivían en la sabana africana. Usaban herramientas rudimentarias: una piedra que al partir da un borde afilado. Su nivel de desarrollo técnico era poco más avanzado que el que actualmente se puede encontrar en los chimpancés en libertad.

Durante cientos de miles de años, la vida de nuestros antepasados no se alteró apenas, pero hace 40.000 años, las cosas cambiaron: el hombre empezó a progresar, desarrolló cada vez nuevas técnicas y se extendió por toda la Tierra (a excepción de la Antártida). ¿Cual fue el descubrimiento o el invento crucial que inició el avance cada vez más apresurado que nos ha llevado hasta el mundo actual? ¿El fuego? ¿La rueda? ¿El hierro? A esta pregunta solemos responder siempre con un objeto o fenómeno físico. La herramientas, las técnicas de trabajo y de producción son un buen exponente del progreso que nos ha llevado a dominar la Tierra, pero son más bien el resultado en que se manifiesta este progreso y no su causa. Pero, ¿cuales son las causas profundas que lo permiten?

Aristóteles definió al hombre como un animal social. La verdad es que en la naturaleza existen muchos animales sociales, pero ninguno ha alcanzado la extensión, la flexibilidad, versatilidad y complejidad de las interacciones que existen entre los hombres. Y es precisamente la especialización y división del trabajo que se ha venido produciendo de una manera dinámica desde el Paleolítico la que ha ido permitiendo el avance constante de la humanidad hasta el día de hoy. Por tanto, son los instrumentos que permiten y facilitan la interacción social los que están en el origen del desarrollo humano, y los avances técnicos no son más que su consecuencia.

El invento más importante de la humanidad (2)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La canción de Troya



La guera ha acompañado a la humanidad desde sus inicios, y de una guerra trata este libro. De una guerra en la que se juntan la historia, la leyenda y el mito; una guerra que durante siglos, durante milenios, ha inspirado la literatura, el arte, la cultura occidental: la guerra de Troya.

La autora, Colleen McCoulogh, es bien conocida por los amantes de la novela histórica, entre sus obras se encuentra seis novelas que nos narran la historia de Roma en los finales de la republica. En esta obra, la autora nos narra, con un lenguaje actual, los hechos ocurridos desde la muerte del rey de Troya a manos de Hércules en venganza por no recibir los caballos que le había prometido, hasta la toma y destrucción de la ciudad, gracias a la astucia de Ulises, varias décadas después.

Todos sabemos que en aquellos tiempos los dioses del Olimpo intervenían constantemente en los asuntos humanos, pero ya hace mucho tiempo que dejaron de hacerlo. En esta novela son las personas que en ella aparecen y sus pasiones: la codicia, la ambición, la ira, el honor, el patriotismo... quienes mueven la acción y no ningún ser sobrenatural.

La autora utiliza como narrador a los propios personajes protagonistas de la historia, así cada capitulo es narrado en primera persona por un personaje distinto. Este recurso narrativo, en mi opinión, es un gran acierto ya que le da dinamismo a la trama y gran interés humano, pues nos permite conocer los pensamientos, las opiniones y la interpretación de los hechos de cada uno de los personajes.

En resumen, se trata de una magnifica novela con la que podemos disfrutar a la vez que despierta nuestro interés por los mitos de la Grecia clásica. Os la recomiendo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Sabiduría

Hay tres maneras de adquirir sabiduría: primero, por la reflexión, que es la más noble; segundo, por la imitación, que es la más sencilla; y tercero, por la experiencia, que es la más amarga.

Confucio

martes, 2 de diciembre de 2008

La falsa amabilidad

Comportarnos con amabilidad nos hace sentirnos mejor y, casi siempre, nos facilita las relaciones personales y profesionales. No obstante, hay que tener cuidado en no incurrir en ciertas conductas que pueden confundirse con ella, pero que en nada nos ayudan e incluso pueden ser contraproducentes:
  • Un exceso de familiaridad que puede molestar e incluso ofender a nuesto interlocutor, en vez de facilitar la relación provocaremos el rechazo. No hay que olvidarse de que la amabilidad no está reñida con el respeto.

  • Perder el tiempo con charlas eternas e insustanciales. No siempre hemos de estar hablando seriamente, algún comentario intrascendente puede favorecer un ambiente distendido y colaborador, pero si abusamos de ello y seguimos la corriente a los charlatanes o somos nosotros mismos quienes prolongamos la charla desustanciada, perderemos el tiempo y nunca saldremos de la intrascendencia.

  • Asumir compromisos que no deseamos, por no saber decir que no. Se puede uno negar a hacer algo sin resultar ofensivo, con amabilidad pero con firmeza daremos nuestras razones, y, en cualquier caso, defenderemos nuestro derecho a decir que no, sin estridencias pero con seguridad.

  • Murmuraciones: debemos evitarlas, no tiene sentido estar siempre criticando. Sólo sirve para hacernos más negativos y para que otros piensen que nos dedicamos a hablar mal de los demás.

domingo, 9 de noviembre de 2008

La vida es un juego muy serio

La vida es un juego muy serio pues sólo se juega una vez. Nadie nos ha explicado las reglas; si estamos atentos las iremos descubriendo día a día.

La vida es juego, nadie nos ha dicho a donde dirigirnos; es cosa nuestra marcar el rumbo. Lo único cierto de este juego es que, hagamos lo que hagamos un día se acabará.

lunes, 27 de octubre de 2008

La ‘W’: una letra del alfabeto español.

La ‘W’ es una letra poco usada en el español, pero forma parte indudable de su alfabeto, y así es reconocido por las Academias de la Lengua. Recibe varios nombres según los países: uve doble, ve doble o doble ve.

Esta letra —al igual que la ‘Y’— se pronuncia a veces como consonante y en otras ocasiones como vocal. En español existen varias letras que cambian su pronunciación según la posición que ocupan dentro de la palabra a la que pertenecen y de las letras de las que van acompañadas. No es éste el caso de la ‘W’, su pronunciación depende de la etimología de la palabra: se pronuncia como ‘b’ en las palabras de origen visigodo o alemán (wolframio, Wagner) y como ‘u’ en las de origen inglés (whisky, Washington).